sábado, 7 de mayo de 2016

COMENTARIO ELEISON Número CDLX (460) - 07 de mayo de 2016

Sentimientos de Benedicto
Cuando Benedicto vuelve la Redención tan amena,
Entonces Cristo se convierte sólo en azúcar y canela.
Cuando hace dos meses una entrevista dada en Octubre del año pasado por Benedicto XVI a un sacerdote Jesuita fue publicada en Italia, algunos Católicos equivocadamente “píos” la tomaron como significando que el anterior Papa estaba retornando a la doctrina Tradicional respecto a la absoluta necesidad de pertenecer a la Iglesia Católica para la salvación. Desgraciadamente, la entrevista muestra en realidad a un modernista impenitente no midiendo al hombre moderno por la Verdad Católica sino a esa Verdad por lo que el hombre moderno puede o no puede comprender y aceptar. Para ser justos, el entrevistador planteó cuatro preguntas serias y Benedicto no las evadió. He aquí un resumen de la entrevista, cruelmente breve pero no esencialmente injusto, con comentarios agregados en bastardilla:
P: ¿Viene la FE a través de una comunidad, la cual a su vez es un don de Dios?
R: La Fe es un contacto personal viviente con Dios mediante una comunidad viviente, porque para creer yo necesito testigos de Dios, es decir la Iglesia, la cual no es solamente un conjunto de ideas (cierto, pero un conjunto de ideas es el objeto mismo de la fe en la cual se cree. Benedicto comparte el subjetivismo moderno). A través de los sacramentos (en concordancia con los parámetros objetivos de la Fe) de la Iglesia yo entro en contacto viviente con Cristo.
P: ¿Puede el hombre moderno comprender la JUSTIFICACION por la FE de Pablo? (Noten la primacía del hombre moderno)
R: Para el hombre moderno, Dios no puede dejar que la mayoría de los hombres sufran la condenación eterna (mismo comentario). La preocupación por la salvación personal ha desaparecido en la mayoría (¿y qué? ¿entonces la doctrina debe cambiar?). Pero el hombre moderno todavía percibe su propia necesidad de misericordia, entonces conoce su propia indignidad. De hecho, él espera un amor salvador, el cual es la misericordia de Dios, que lo justifica (entonces el hombre peca, espera la misericordia de Dios, ¿y eso lo justifica? ¡Esto es Protestantismo puro!). Por el contrario, la idea clásica de Dios Padre sacrificando a Su propio Hijo para satisfacer Su propia justicia es incomprensible hoy. Más bien, el Padre y el Hijo tenían la misma voluntad (¡pero Jesús como Dios y hombre tenía dos voluntades!) y la totalidad de la maldad del mundo fue superada, tal como necesitaba serlo, por Dios compartiendo los sufrimientos del mundo, en lo cual el Padre y el Hijo compartieron por igual (¡pero el Padre como Dios no podía sufrir, y solamente como hombre pudo Cristo sufrir! ¡Esta nueva doctrina vacía la Encarnación, la Cruz, el pecado de la humanidad, la justicia de Dios, nuestra Redención! ¿Qué queda del Catolicismo?).
P: ¿Ha evolucionado la enseñanza de la Iglesia sobre el INFIERNO en los tiempos modernos?
R: “En este punto nos enfrentamos con una profunda evolución del dogma” (¡sic! Pero el dogma no puede evolucionar. Como hombre moderno, Benedicto no tiene noción de una verdad ni alterada ni alterable). “Después del Vaticano II, la convicción de que los no bautizados están perdidos para siempre fue finalmente abandonada” (¡como si el Vaticano II pudiera cambiar la enseñanza de la Iglesia!). Pero entonces surge un problema – ¿por qué ser todavía Cristiano (¡buena pregunta!)? La solución de Rahner de que todos los hombres son Cristianos anónimos excluye el drama de la conversión (¿solamente “drama” – no “absoluta necesidad”?). La solución de los Pluralistas por la cual todas las religiones son suficientes para la salvación es inadecuada (cierto). La solución de De Lubac es que Cristo y la Iglesia de alguna manera substituyen a toda la humanidad, digamos que por creer, practicar y sufrir por la verdad. Al menos unas pocas almas son necesarias para hacerlo.
P: Si la maldad debe ser reparada, ¿la repara el sacramento de la CONFESIÓN?
R: Solo Cristo puede reparar la maldad, pero la Confesión siempre nos devuelve al lado de Cristo.
En vista de tal entrevista, ¿puede alguien todavía dudar que los líderes de la Fraternidad de San Pío X están gravemente engañados al pensar que la Fraternidad puede ponerse de manera segura bajo estos Romanos? Del humanismo y el Protestantismo, una falsa visión de la Redención ha calado los huesos modernos y de los huesos modernos finalmente a los hombres de Iglesia católicos. El Vaticano II enseña y predica una Cristiandad sin la Cruz. Es altamente popular pero totalmente falsa. Que Dios tenga misericordia de estos hombres de Iglesia.
Kyrie eleison.